martes, 22 de junio de 2010

Alteraciones de la voz por motivos del trabajo en el personal docente

Bueno, comparto con ustedes un artículo de Juanma Aramendi (maestro, licenciado en Pedagogía, y Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales) que me pareció muy interesante pues está dedicado al personal docente y a los riesgos propios de su profesión. Ahí va....

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el profesorado constituye la primera categoría profesional con riesgo de contraer enfermedades de la voz. Aunque hoy en día no son tipificadas como tales, las disfonías o lesiones de las cuerdas vocales ocasionadas por el mal uso o abuso de las mismas, deberían ser consideradas enfermedades de carácter profesional, pues su actividad conlleva características que las originan o las fomentan. 


Así lo entendía la Comisión de las Comunidades Europeas en su Recomendación de 19/09/2003 relativa a la lista europea de enfermedades profesionales, en la que recomienda a los estados miembros de la Unión introducir en sus correspondientes legislaciones la lista de enfermedades profesionales entre las que, por primera vez, entre las provocadas por los agentes físicos, se citan los “Nódulos de las cuerdas vocales a causa de los esfuerzos sostenidos de la voz por motivos profesionales”.

Las citadas conclusiones europeas, a su vez, resultan totalmente acordes con el Informe de Resultados de los Trabajos del grupo “Enfermedades Profesionales ”y Propuestas a la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de septiembre de 1999, fruto de cuyas propuestas ha visto la luz el Borrador para la Actualización de la Lista Española de Enfermedades Profesionales, donde en el grupo de enfermedades profesionales causadas por agentes físicos, se viene a reconocer las enfermedades provocadas por el esfuerzo mantenido de la voz, ligadas a actividades en las que se precise su uso mantenido y continuo como es el caso del profesorado, cantantes, actores, teleoperadores o locutores.

Según datos reflejados en sendas publicaciones (Tribuna de Actualidad: 22-11-1999, Lan Osasuna: vol.1 de 2000) estudios realizados en La Rioja y en Guipúzcoa, estos trastornos afectan al 17,7% y 20,84%, respectivamente; valor muy superior al 6,5% de media de la población general.

El estudio específico iniciado en Bizkaia el curso 2000-01 por parte del Servicio Médico de Educación para determinar el nivel de incidencia de los trastornos de fonación entre el personal docente también viene a indicar parámetros similares.

Así el 52,6% presenta alguna alteración en los parámetros acústicos. Además el 25,16% presenta también alguna alteración orgánica, de tal forma que en el 47,5% de los casos, dichas alteraciones se presentaban como nódulos o tendencia nodular. A ello cabe añadir que el 90% de los que presentaban una alteración orgánica, presentaban alteración de los parámetros acústica; y, en el 43% de los que presentaban alteraciones acústicas, estás coexistían con alteraciones orgánicas.


Causas de las disfonías

Las principales causas de las disfonías suelen estar relacionadas con actores de carácter interno o personales, como es el mal uso de la voz (carraspeos, tos repetitiva, consumo de alcohol y tabaco), variaciones voluntarias en la intensidad de la voz, hábitos respiratorios incorrectos y alteraciones en la velocidad del habla.

Y por factores externos ligados a la tarea docente como la inhalación del polvo de la tiza, el excesivo número de alumnos, la falta de condiciones acústicas adecuadas, el ruido en el aula o la falta de ventilación en la misma.

La mayoría del profesorado afectado, según los estudios realizados, desarrolla alguna disfonía antes de dos años de ejercicio de profesión. Los síntomas habituales ligados a la tarea docente suelen ser cambios en el tono de la voz, variaciones del timbre, sensación constante de tener algo molesto en la garganta, dolor en la garganta, falta de aire al hablar (disnea), flemas, tos, etc.

También pueden producirse síntomas subjetivos de diversa índole como escozor, quemazón, tensión tos irritativa, sensación de cuerpos extraños, alteraciones de las cualidades acústicas.


Alteraciones más frecuentes

Las alteraciones en el aparato fonador en los docentes pueden concluir en determinadas enfermedades laríngeas tales como: 
  • Nódulos y pólipos: son excrecencias de las cuerdas vocales relacionadas con una mala dinámica vibratoria. Son reversibles en su forma inicial, pero en estados avanzados precisan microcirugía. Requieren reeducación ortofónica. 
  • Corditis vasomotora: Congestión crónica. Se agrava con el esfuerzo vocal y es parcialmente reversible.
  • Hiperplasia de los pliegues vestibulares: Se trata de una excesiva multiplicación de células normales en dichos órganos. Puede resolverse con ejercicios ortofónicos, aunque en último caso precisa de microcirugía.
  • Otras alteraciones como Hiperemia de los bordes libres de las cuerdas vocales, úlceras laríngeas de contacto, laringitis pseudomixomatosa.


Tratamientos paliativos:

Los posibles tratamientos conllevan normalmente el reposo vocal, medida bastante difícil de cumplir por los profesores a no ser que cursen baja laboral, y que es recomendable en casos patológicos agudos.

La reeducación ortofónica es un elemento esencial en la mayoría de los tratamientos. El proceso suele constar de varias fases, entre las que se encuentra la de información, de adquisición de conciencia de gesto fonatorio, de desconocimiento de hábitos vocales incorrecto y de adopción de mecanismos correctores.

Finalmente, tal y como se ha dicho anteriormente, cabe el recurso a la cirugía.


NOTA: Pueden ver este y otros artículos de Juanma Aramendi desde aquí.

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