OIT: Dia Mundial del Medio Ambiente

Desde 1973, los 5 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente; fecha que fue establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas en su Resolución (XXVII) del 15 de diciembre de 1972 con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo, Suecia, cuyo tema central fue el Medio Ambiente.

Ese mismo día, la Asamblea General de la ONU aprobó la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Cada año las principales celebraciones internacionales se llevan a cabo en un país seleccionado como sede; este año el turno es de Rwanda y el lema que ha sido seleccionado por la ONU es: "Muchas especies. Un planeta. Un futuro", en el año Internacional de la Biodiversidad.

Desgraciadamente, este año la celebración coincide con los ya más de 76 millones de litros de crudo derramados en el Golfo de México por la petrolera BP.

Este megadesastre ecológico ha afectado más de 110 km de las costas de Luisiana; y las cifras indican que el desastre es al menos de la misma magnitud que el derrame del buque petrolero Exxon Valdez hace dos décadas y podría llegar a ser el doble.

 

 

El pronóstico resulta pues, incierto y hasta desolador, por lo que espero al menos algo podamos aprender de esta desgracia y comprendamos que el respeto por nuestro entorno es vital para nuestra propia supervivencia en este, nuestro palenta... Por lo pronto, comparto con ustedes el mensaje del Director General de la OIT en ocasión a esta importante fecha.

Mensaje de Juan Somavia

Director General de la Oficina Internacional del Trabajo

Día Mundial del Medio Ambiente

5 de junio de 2010

 

El bienestar de los seres humanos y la actividad económica están intrínsicamente ligados al destino de la naturaleza, en la que múltiples especies comparten un único planeta y un mismo futuro.

Con demasiada frecuencia, el capital físico, humano y social no ha obtenido lo que merecían y se ha descuidado e incluso destruido el capital natural.

Abusar del medio natural para obtener ganancias a corto plazo empobrece a las comunidades y a las sociedades y tiene, a la larga, un impacto mundial.

Los recursos naturales representan la mitad del “PIB de los pobres” incluso cuando la contribución media registrada a la economía nacional puede que sea inferior al 10 por ciento. Preservar los recursos naturales y controlar la manera en que se explotan económicamente es esencial para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

La biodiversidad y los recursos naturales tienen gran importancia para las economías, las empresas y los trabajadores de todo el mundo desde el punto de vista económico y social y de ellos dependen directamente mil millones de empleos en todo el mundo en los sectores de la agricultura, la pesca y la silvicultura. Actualmente, uno de cada tres trabajadores se gana la vida llevando a cabo sus labores en estos sectores. La biodiversidad y la naturaleza constituyen también la piedra angular de industrias como el turismo, que es una de las fuentes de empleo de más rápido crecimiento en muchos países.

Se pueden crear y sostener en todo el mundo decenas de millones de empleos con una buena gestión ambiental, por ejemplo, mediante la recuperación de bosques degradados, humedales y sistemas fluviales que conservan el suelo y garantizan el suministro de agua potable.

Podemos aprovechar el impacto de la crisis económica para orientar nuestro rumbo hacia un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado.

Para responder al imperativo de una recuperación con alto coeficiente de empleo podemos basarnos en las posibilidades que ofrece la protección ambiental para generar empleos. Al mismo tiempo, podemos empezar a adoptar medidas para asegurar el paso a una economía con bajas emisiones de carbón y respetuosa del medio ambiente.

Todos podemos salir beneficiados de la implantación de una economía verde. Proteger la biodiversidad y los recursos naturales significa proteger y crear empleos para el presente y para el futuro. El desarrollo sostenible se puede lograr si aplicamos estrategias que sean respetuosas del medio ambiente y de la población y que respondan a las necesidades y preocupaciones de los sectores económicos, las empresas y las economías. Es un reto enorme, que exigirá un proceso adecuado de diálogo social en el que participen todas las partes interesadas a fin de alcanzar compromisos, facilitar el ajuste al cambio, y movilizar los conocimientos técnicos, la energía y los recursos.

La experiencia muestra que la pobreza no debería servir de pretexto para no actuar ni constituir un obstáculo para la acción, sino que en realidad la pobreza debería ser una razón importante para intervenir sin dilación.

Diversos países, desde Haití en sus esfuerzos de reconstrucción hasta economías emergentes como Brasil y China, están tomando importantes iniciativas para vincular el desarrollo económico y social con la protección y restauración de su capital natural.

A través del Programa Empleos Verdes y de nuestra participación en la Iniciativa para una Economía Verde del PNUMA, la OIT se está esforzando por mostrar las posibilidades que se abren al trabajo decente en una economía verde.

Nuestra esperanza en un futuro viable nos obliga a unir nuestros esfuerzos y a actuar de inmediato.

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FUENTE: Oficina Internacional del Trabajo (O.I.T.)